Esperamos que esta y las publicaciones anteriores sobre los principales trastornos del aprendizaje os hayan servido de ayuda. Aquí tenéis nuestro último articulo sobre este tema.

-Disprosodia:

La disprosodia es una alteración en la pronunciación y la entonación de las palabras, cuya causa se ha relacionado con daños neurológicos importantes.

Tratamiento:

La disprosodia, especialmente de tipo lingüístico, suele evaluarse y tratarse con terapia de lenguaje. Sobre todo incluyendo ejercicios de identificación de señales prosódicas en situaciones naturales, es decir, practicando conversaciones cotidianas.

-Dignosia:

La disgnosia es un trastorno del aprendizaje que afecta la comprensión de la información que el sujeto ve, o la capacidad de dibujar y copiar.

Algunas de las características que se observa en personas con discapacidades de aprendizaje como digrafia o disgnosia son: la pérdida de identificar sutiles diferencias en las formas o letras impresas, pérdida del espacio con frecuencia, dificultad para cortar, dificultad para diferenciar un objeto de otro, dificultad para sostener el lápiz demasiado apretado o mala coordinación ojo/mano.

¿Cómo tratar la disgnosia en niños?

Es necesario que la disgnosia sea diagnosticada a tiempo para tener un tratamiento más efectivo.

La rehabilitación mediante la terapia cognitivo-conductual en integración con psicomotricistas y psicopedagogos puede ser el tratamiento más efectivo para tratar las disgnosias en los niños. El tratamiento debe seguir en casa, por lo que los padres o cuidadores deberán continuar con la reeducación.

Pautas para continuar la rehabilitación de disgnosias

Comprender los problemas de las dificultades del aprendizaje es un gran primer paso para encontrar maneras de ayudar a un niño que padece disgnosia. Es necesario que siempre se le brinde amor y apoyo, esto puede marcar una gran diferencia en la vida del niño.

  • Observar y tomar notas sobre las áreas problemáticas del niño puede ayudar a desarrollar una mejor comprensión de lo que está pasando.
  • Dividir las instrucciones en pasos concisos y numerar cada paso.
  • Escribir la información en letras grandes y claras para que el niño vea y entienda mejor. La codificación de colores también puede ser útil.
  • Mucha práctica. Se puede ayudar al niño a perfeccionar sus habilidades de procesamiento visual a través de actividades divertidas o mediante el juego. Se pueden hacer rompecabezas simples, leer libros de fácil comprensión o jugar a hacer rodar una pelota de un lado a otro.
  • Celebrar sus triunfos. Si el niño ha tenido dificultades para aprender una algo específico, y toma la última prueba, es bueno ser generoso a la hora de elogiarlo, pues el apoyo y reconocimiento por logros genuinos pueden darle al niño el impulso que necesita para seguir avanzando.
Principales trastornos del aprendizaje